Durante una consulta con el ginecólogo, el médico empezó con la ecografía y fue entonces cuando supieron que no estaba mal, pero era una gran noticia; No solo se había concebido un bebé, sino que en el vientre de Guillermina había 5 corazoncitos que latían con fuerza.

La pareja no podía estar más contenta con la noticia, por lo que tomaron todas las medidas y cuidados necesarios para que el embarazo fuera seguro. Guillermina fue al médico con regularidad y su embarazo fue monitoreado de cerca.
La pareja y los médicos quisieron mantener el embarazo el mayor tiempo posible para que los 5 pequeños se desarrollen lo mejor posible y no haya complicaciones durante el parto.
Pero el destino tenía planes diferentes para la familia García. Con el estómago magullado y mucha emoción, los bebés nacieron por cesárea en la semana 31 de gestación, tres semanas menos que la duración de un embarazo normal, pero tres semanas más que un embarazo múltiple.

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