La próstata forma parte del aparato de reproducción de los hombres y es una glándula pequeña que se encuentra en la base de la vejiga. Por su interior pasa el conducto que une la vejiga con el exterior para poder orinar, que se llama uretra, que también atraviesa al pene.
La próstata favorece la producción del semen, portador de los espermatozoides que vienen de los testículos y son los encargados de fecundar al óvulo para formar una nueva vida.
Al pasar los años y envejecer es normal que aumente su tamaño y se agrande algo según la condición de adulto mayor se acerca. Pero si se agranda demasiado entonces tenemos lo que se conoce como Hiperplasia Benigna de la Próstata (HBP).
Lo cierto es que casi todos los hombres la padecerán. La Hiperplasia Benigna de la Próstata no es un precursor de cáncer de próstata. Su aumento de tamaño comienza después que se alcana los 50 a 55 años, aunque para algunas personas comienza a partir de que se cumplen los 40 años. Y otros tienen los primeros síntomas después de los 65 años.
Aunque la HBP es la causa más frecuente de crecimiento prostático, existen otras causas que pueden justificar el crecimiento, como son las prostatitis o inflamación de la próstata. Haremos hincapié en la HBP y en el cáncer de próstata.
Tener la próstata agrandada, es decir, HBP, o prostatitis, no aumenta el riesgo de que tengamos cáncer de próstata. Pero sí es posible que se tenga más de uno de estos problemas al mismo tiempo.
¿CÓMO SABER SI EXISTEN PROBLEMAS EN LA PRÓSTATA?
Casi siempre el primer síntoma que aparece de HBP es que la persona comienza a levantarse con deseos de orinar por la noche. Es normal que a cualquier edad si se ingiere mucho líquido en la tarde – noche, exista necesidad de levantarse quizás una vez a evacuar la orina.
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